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Las criptomonedas son muy diversas y pueden ser intercambiadas y utilizadas como cualquier otra divisa tradicional. Sin embargo, a diferencia de éstas, no están reguladas por ningún gobierno o banco. Aunque suponen una alternativa muy útil por diversas razones, algunas de estas ventajas actúan como un arma de doble filo que beneficia a aquellos que realizan actividades ilícitas. Es por ello que están presentes en una gran variedad de ciberdelitos. En el presente artículo profundizaremos en el lado “oscuro” de las criptomonedas.

Las criptomonedas plantean un sinfín de posibilidades para el futuro de las transacciones de la era digital gracias a sus características. Su función principal, al igual que cualquier otra moneda, es realizar pagos. Cada vez más plataformas nos permiten utilizar este tipo de divisas como medio de pago.

Pero ¿se utilizan solo para pagos online? La respuesta es no. Aunque están mucho más extendidas en Internet, algunas tiendas físicas también disponen de esta alternativa.

¿Cuáles son sus ventajas?

Las ventajas que aporta frente a las transacciones tradicionales son muchas:

  • Descentralizadas: no hay gobierno o institución que las controle.
  • Internacionales: su popularidad y el respeto ganado gracias a la seguridad de sus transacciones ha permitido que se pueda operar y realizar pagos electrónicos de forma internacional.
  • Seguras: si compras una moneda, es de tu exclusiva propiedad y sólo tú tendrás control sobre tu dinero virtual.
  • Anónimas: son totalmente anónimas y la identidad del usuario no es conocida.
  • Sin intermediarios: las transacciones se realizan directamente de una persona a otra. De este modo, nos ahorramos costos adicionales debido a la intervención de terceras personas o entidades.
  • Instantáneas: una transacción de criptomonedas es recibida en pocos seguros y empieza a confirmarse en los 10 minutos posteriores. Aunque habrá que esperar de 1 a 6 confirmaciones más, éstas disminuyen exponencialmente el riesgo de revertir una transacción.

¿Son legales? ¿Qué ocurre con Hacienda?

Actualmente, aunque no se encuentran reguladas, se están llevando a cabo iniciativas legales con las que se trata de suplir esta situación como, por ejemplo, la transposición de la Directiva Europea 2018/843 para la prevención de la utilización del sistema financiero para el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo a la legislación española, o la regulación del uso de las criptomonedas por parte del gobierno tras la petición realizada por el Senado, entre otros.

Además, hay que tener en cuenta que las criptomonedas no son consideradas monedas de curso legal por los diferentes bancos centrales pertenecientes al Eurosistema. Tampoco las carteras digitales son respaldadas, en caso de liquidación, como sí lo son las cuentas bancarias o depósitos en euros u otras monedas domiciliadas en España o en otros países de la Unión Europea.

Debido a esto, diversas autoridades a nivel internacional muestran su preocupación por los riesgos y factores especulativos que explican su alta volatilidad. Aquellas personas que inviertan o estén interesadas en invertir en monedas virtuales, deben ser conscientes del alto riesgo que supone, no solo por su alta volatilidad, sino por las altas posibilidades de fraudes, así como su posible uso en actividades ilícitas.

A día de hoy, no estamos obligados a notificar nuestras operaciones con criptomonedas a la administración pública, al considerar a estas como activos intangibles. Sin embargo, se prevé que esta situación cambie pronto.

¿En qué tipo de actividades ilícitas están involucradas las criptomonedas?

Uno de los casos más conocidos donde las criptomonedas se vieron envueltas en actividades ilícitas fue el caso del WannaCry que provocó un ciberataque masivo a nivel mundial dirigido a empresas y usuarios. Los criminales pedían un rescate en criptomonedas a cambio de liberar los equipos infectados.

Este tipo de actividades, donde las criptomonedas se convierten en la forma de pago favorita de los ciberdelincuentes, se han vuelto cada vez más populares, ya sea mediante el secuestro de información, la minería de criptomonedas o el robo de carteras electrónicas o “wallets”.

A continuación, te enumeramos varias actividades ilícitas relacionadas con las criptomonedas.

1. Ransomware. ¿Sabías que el 98% de los pagos por ransomware se realizan en criptomonedas? Como en el caso anterior, los ciberataques basados en el secuestro de información o “ransomware” han experimentado un incremento desde la aparición de este tipo de monedas virtuales. El Bitcoin (BTC) es uno de los métodos de pago más utilizados, en los casos de infección por ransomware.

2. Fake wallets. Con la creciente popularidad de las criptomonedas, no es sorprendente ver aplicaciones maliciosas que se hacen pasar por carteras virtuales.

Los ciberdelincuentes crean aplicaciones que simulan ser una “wallet” oficial. Utilizan el logo oficial y afirman que nos permitirá convertir nuestras criptomonedas en otras como Bitcoin, Etherium y Litecoin… Sin embargo, una vez que las criptomonedas se envían a las direcciones que figuran en la aplicación, desaparecen de nuestra app y acaban en manos del ciberdelincuente.

3. Cryptojacking. Se trata del secuestro de un dispositivo electrónico sin el consentimiento o conocimiento del usuario para el minado de criptomonedas. Con el paso del tiempo el sistema se ha ido perfeccionando, apareciendo métodos cada vez más difíciles de detectar. Una vez el software minero es ejecutado en el dispositivo, la app solo necesitará acceso a Internet para comenzar a ejecutar su tarea.

4. Otras actividades ilícitas. Aunque los gobiernos y algunos creadores y desarrolladores se esfuercen en regular o mejorar la seguridad, las criptomonedas se crearon para estar al margen de muchas de estas regulaciones, y como comentábamos, esto las convierte en un arma de doble filo.

El problema principal es que, gracias al anonimato de las criptomonedas, no existe una manera eficiente de realizar un seguimiento a las transacciones hechas con criptomonedas.

Veamos a continuación algunos ejemplos de otros tipos de actividades ilícitas relacionadas con las criptomonedas:

• financiación del terrorismo,

• narcotráfico y lavado de dinero,

• estafas de sextorsión,

• blanqueo de dinero y

• compra y venta de productos ilegales en la “darkweb”.

 

Fuente : Oficina de Seguridad del Internauta