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La tecnología ya forma parte integral de la educación (y del ocio) para alumnos en todos los niveles. Ordenares portátiles, smartphones y tabletas proporcionan una herramienta que facilita el aprendizaje y garantiza el acceso a enormes cantidades de información, pero también hace necesarias medidas para protegerse ante las amenazas online. De hecho los ataques contra teléfonos inteligentes han experimentado aumentos del 400% en los últimos años, según apuntan un estudio elaborado por Nokia.

Basta un solo clic en un enlace, un mensaje o archivo adjunto de correo electrónico para activar una descarga de malware en un teléfono sin protección, algo que podría acarrear el robo de información personal o la aparición de facturas elevadas por las llamadas a números con tarifas especiales. Algunos programas maliciosos pueden desencadenar un ataque con una sólo visita a un sitio web comprometido. Por otro lado están las amenazas que afectan directamente a los menores: desde los contenidos inapropiados hasta el acoso cibernético, incluyendo el grooming, que hace referencia a manipulación en línea por parte de los depredadores.

Los expertos explican que el punto más importante para tener una relación saludable con la tecnología es la comunicación: tener una discusión desde el principio, establecer pautas y explicar por qué son necesarios los elementos de protección. Sobre esa base también se pueden implementar otras estrategias, como las soluciones profesionales de seguridad, que están adaptadas a las necesidades específicas del sector educativo con funciones de detección y neutralización rápida de las amenazas.

Algunos elementos a vigilar:

  • Utiliza sitios web seguros para la investigación. Las búsquedas en línea son la puerta de acceso a mucha información, pero también pueden ser peligrosas. Además de tener instalado un antivirus, conviene acostumbrar a los menores a utilizar páginas oficiales y seguras y a no hacer clic en enlaces sospechosos.
  • Gestión de redes sociales. Revisa la configuración de privacidad y seguridad en tus perfiles para verificar que sólo tengan acceso tus contactos directos. También es importante asegurarse de que las escuelas o centros deportivos no publiquen datos sensibles sobre los menores, como fotografías, horarios o la ubicación que realizan sus actividades. Si se detecta información de este tipo, es necesario ponerse en contacto con la entidad y pedirles que lo eliminen.
  • Cuidado con las ofertas. Las ofertas especiales que parecen demasiado buenas para ser ciertas son una de las tendencias a vigilar este 2018. En este aspecto la comunicación vuelve a ser clave para que los menores desconfíen de los regalos online, especialmente cuando vienen de fuentes desconocidas. Además del robo de identidad o phishing, también pueden ser amenazas de grooming.
  • Revisa tus passwords. Es muy común entre los usuarios tener una contraseña única para múltiples plataformas. Con la cantidad de servicios que utilizamos cada día, es normal que no podamos recordar todas ellas. Sin embargo es aconsejable tener contraseñas diferentes –y complejas- en cada una de las cuentas, ya que si alguien logra acceder a una, podrá acceder al resto. Puedes utilizar un administrador de contraseñas para que esta tarea te resulte más fácil.
  • Control de aplicaciones. La descarga de aplicaciones para móviles es una forma habitual que los cibercriminales utilizan para instalar malware en tus dispositivos. Así, las aplicaciones infantiles se han convertido en un elemento a vigilar. Compra sólo en tiendas oficiales de aplicaciones y recuerda que tienes la opción de bloquear su instalación con contraseña gracias a los parámetros de control parental.